Orellana Hurtado, Lorenzo
En 1953, don Ángel Herrera, obispo de Málaga, envió a don José Campos Giles y don José del Campo, sacerdotes malagueños, a Venezuela ante la escasez de clero que sufrían algunas diócesis venezolanas. Llevaban la misión de comprobar la situación y hacer un informe para estudiar la oferta sacerdotal que podía hacerse desde Málaga. Pío XII había dicho que la misión de España estaba en Hispanoamérica y el obispo quiso que su diócesis fuese fiel a esta petición del papa. Tras el informe pertinente, al año siguiente Campos Giles y Rafael Pérez Madueño partieron como misioneros al oriente venezolano. Desde entonces, ininterrumpidamente, Málaga no ha dejado de enviar sacerdotes a aquellas tierras, que en 1986 llegaron a fundar la Misión Diocesana en Caicara del Orinoco, que aún hoy sigue alentando nuestra diócesis. Distrito Montes pretende ofrecer un recuerdo agradecido cuando se cumplen setenta años del primer paso que preparó esta pequeña gesta misionera de Málaga. La historia de su protagonista pudiera ser la de cualquiera de los más de cuarenta sacerdotes malagueños que un día partieron a colaborar en aquellas diócesis hermanas, de los que unos volvieron después del servicio prestado y otros permanecieron allí hasta su muerte.