Alberto Vázquez-Figueroa
El general Gonzalo Baeza recibe de manos de monseñor Alejandro Cazorla el cargo de gobernador de la isla de El Hierro para acabar con la esclavitud y restablecer la justicia en las islas Canarias. Inexplicablemente rechaza un ofrecimiento que anhelaba, porque regresar a la isla significaría retornar a un lugar y a un pasado que lleva años intentando olvidar. Siendo un joven teniente perdió a varios de sus hombres durante una oscura misión de exploración en la isla, en la que también encontraría el amor y un secreto largamente guardado por los isleños: una sustancia increíblemente valiosa por la que muchos hombres perderán la cabeza.